Ernesto Soltero

Chávez SI es socialista (una carta a la oposición izquierdista venezolana)














Ernesto Soltero





La gente empieza a darse cuenta de que el aparato del gobierno es costoso.
Lo que aún no ven es que el peso recae sobre ellos
Frederic Bastiat
















ern_solt_peq1.jpg

 

 

 

 

 

 

  Estimados amigos socialistas. Comienzo este artículo contándoles que últimamente, al manifestar mi desacuerdo con su ideología, he recibido críticas acusándome de extremista o peor aun, equiparándome con el mismísimo demonio. No los culpo: A mi también se me enseñó, desde chiquito, el temor a un monstruo bastante feroz llamado “Capitalismo”. Sólo la existencia de un superhéroe llamado “Capitán Estado” me tranquilizaba.

 

Chávez si es socialista, y les diré por qué. El socialismo se define por el control del Estado sobre los medios de producción. Este concepto, aunque trillado, no es entendido por la mayoría. Muchos de mis amigos oficialistas tampoco entienden bien esa definición. Para ellos “los adecos” tampoco eran socialistas”. Pero fíjense, si el Estado ejerce control sobre las industrias y el comercio, y es responsable no sólo de nuestra salud o nuestra educación, sino de otros aspectos de nuestras vidas, entonces hay socialismo. La centro-izquierda o socialdemocracia es menos radical, pero no por ello prescinde de la intervención estatal en la economía y otros ámbitos.

 

 Si Usted Amigo socialista, es de los que siguen creyendo en un socialismo bueno (centro-izquierda) y un socialismo malo (socialismo radical o “comunismo”) entonces prepárese para escuchar algo desagradable: el intervencionismo estatal, sin importar cuan bien intencionado sea o cuan pequeño sea, genera malestar y pobreza. Eso que Usted toda la vida criticó creyendo que era “El Capitalismo” (en caso de ser Usted venezolano) no es más que la aplicación práctica de ese modelo socialista y democrático que tanto defiende. En la socialdemocracia el Estado estorba y a la vez reparte sus migajas, obstaculiza a los pequeños empresarios y contribuye a conservar los oligopolios de los más ricos. A ese esquema económico algunos lo llaman “mercantilismo” o “capitalismo” de Estado, pero es imposible que un gobierno de centro-izquierda no aplique esas normas.

 

 Por otra parte, si Usted es de aquellos marxistas o leninistas opositores al régimen, déjeme decirle algo: Chávez está siguiendo su plan al pie de la letra, porque aunque no sea dogmático la finalidad es la misma: el control estatal y total de la economía. Si no le gusta el resultado  es porque la realidad no se cansa de demostrar, desde 1917, lo insostenible de las premisas de Marx..  Si le disgusta la existencia (aun) de un 30% de capitalismo en nuestro país no se angustie…tenga paciencia y verá como poco a poco se estatiza todo.

 

 Pero Usted sigue creyendo que los extremos son malos, se angustia ante la posibilidad de tanta libertad económica. Usted tiene la sospecha de que nosotros los liberales somos una especie de cofradía con intenciones de dominar al mundo y enriquecerse mientras los demás se pudren en la miseria. De más está decir que tal descripción se aplica más a los partidos comunistas que han tomado el poder o a los socialistas del siglo XXI. No resulta muy rentable ser de oposición en este país, y menos aun ser liberal…de hecho es la mejor forma de comerse un cable o una suela de zapato. 

 

Culmino este artículo con la siguiente afirmación: si el socialismo es el control del estado sobre los medios de producción, el liberalismo es el control de la gente sobre los medios de producción, pero recompensando el esfuerzo individual.  Nosotros los liberales queremos democratizar los beneficios del capitalismo, que todos tengamos acceso a él. Las políticas intervencionistas del estado excluyen a las mayorías de esos beneficios. La izquierda, sea moderada o sea radical, es el verdadero status quo. Espero lo entiendan. Gracias.

 

 Post data: ¡Ups! ¡Lo olvidaba!. Existe otro concepto de socialismo según el cual  la propiedad y la producción se colectivizan sin que exista el Estado. Sólo los anarquistas y los socialistas utópicos han planteado esa "alternativa". Al igual que otros socialismos, la carencia de un incentivo laboral no hace más que disminuir la producción. El resultado: se termina compartiendo lo poco que se produce, y no queda otra salida que el comercio, primero en forma de trueque, y luego a través de la moneda….  

 

 

 

 

 
















ssxxi_banner_jdm.jpg